Acaba con la suciedad de una sola pasada, a la vez, cuida tu piel de forma natural. Muy sencillo: aplícalo al rostro seco y masajea con movimientos circulares. Aclara o retira con una toalla humedecida ¡y listo! Elimina toda la suciedad sin hacer daño a tu piel, es más, cálmala, hidrátala y repárala.